mardi 30 mars 2010

Cap 13.2. Amor... ¿correspondido?

Punto de vista de Alicia


- Oye Hugo, quiero hablar contigo.

- Sí claro - nos alejamos del grupo y nos sentamos en otro banco - A ver, no será que quieres hablar de lo que te dije.

- No, más bien de lo que yo te dije.

- ¿Lo de Eric?

- No hacía falta decir su nombre

- No te cabrees...

- Es que no he dejado de pensar en que se lo hubieras podido contar. Por favor no se lo digas.

- Avisas tarde, ya se lo conté.

- ¡¿QUÉ?! - le di un codazo a la bariga dejándome llevar por el cabreo. ¡Eric se había enterado de lo que sentía!

- ¡Ay! -gritó- ¡Me ha dolido!

- ¡Te lo mereces! - dije enfadada

- No es para tanto Alicia. Además aún no sabes cuál fue su reacción para que te pongas así - no estaba segura, pero esas palabras me dieron esperanzas de un modo u otro - Lo que quiero decir es que...

- ¿Todo va bien? - nos interrumpó esa voz conocida. Me di la vuelta y vi a Eric - Oimos un grito y me mandaron a ver qué pasaba - se me iluminó la cara aunque estaba super nerviosa ya que ahora sabía que él conocía mis sentimientos.

- No, no, no fue nada - dijo Hugo

- Ah bien entonces. Voy a tranquilizar a los demás.

- Iré yo - dijo Hugo poniéndose de pie - Tú quédate aquí - le guiñó un ojo y Eric sonrió cosa que me incomodó un montón.

- A ver, ¿por qué gritaste?

- No fui yo, fue él.

- ¿De veras?¿Qué le hiciste?

- Nada de tu incunbencia

- ¿Y yo qué te he hecho para tratarme así?

- Nada. Olvídalo.



Nos quedamos callados. No sabía por qué me había comportado de forma tan borde. Después de todo no se enteró de algo no cierto. Le quería, sí. No tenía por qué ocultarlo más.


- Es mejor que volvamos con el grupo - sí, eso dije. Tenía la oportunidad de hablar con él a solas y como una tonta preferí estar con los demás. Me puse de pie y él me detuvo agarrándome de la mano.

- Alicia - se puso de pie y yo me di la vuelta... Temía lo que iba a decir - Hugo me lo contó todo...

- Sí, ya lo sé - dije.

- ¿Por qué lo dices con ese tono?

- ¿Con qué tono?

- Con ése

- No sé a qué te refieres

- Pues con ése de... bueno... de pena.

- Será porque tú no sientes lo mismo.

- ¿Y a ti quién te ha dicho eso? - me quedé un poco confusa, sin saber cómo reaccionar a lo dicho.

- Entonces acláramelo tú - dije intentándo deshacer el nudo que tenía en la garganta.

- Pues... si te soy sincero... tú también me gustas - me había quedado paralizada, sin palabras, sin poder pensar. Sentía como mis piernas ya no tenían fuerzas para sostenerme. ¿Era sólo un sueño? No, no lo era. Estaba claro que no estaba dormida...

- ¿No piensas decir nada?

- Tú... - "Vamos Alicia, dilo, dilo" me animaba a mí misma - tú...


Me miraba con una cara sonriente y a la vez inocente. Se me acercó y me cogió de la nuca. Me dio un beso en la frente y cerré los ojos. Me atrajo hacia su pecho y yo, dejándome llevar por los latidos de su corazón, me dejé acariciar. No hizo falta volver a hablar...



Nos dirigimos cogidos de las manos hacia donde estaban los demás aunque sólo encontramos a Mike, Noa, Emily y Matt.


- Por fin, ¿te decimos que vayas a ver qué pasa y no vuelves hasta ahora? - dijo Emily hasta que se fijó en que nuestras manos estaban entrelazadas. Me echó una sonrisa pícara y Noa igual.

- Hugo me dijo que iba a avisaros - respondió Eric

- Pues no vino - dijo Mike.

- Hablando del rey de Roma - dijo Matt mirando hacia donde se acercaban Hillary y Hugo - Hola.

- Hola, ¿y los demás? - preguntó Hugo directamente.

- Kate tenía que volver a casa así que Bryan la acompañó - respondió Emily.

- ¿Y.. y... Melissa y Nate? - preguntó Hill tartamudeando. Me asusté un poco.

- Allí los tienes - señaló Mike. Se dieron la vuelta Hugo e Hill. Seguían juntos.

- No creo que deberían... ¡Melissa! ¿Nos vamos? - se precipitó en decir Hillary.

- ¿No esperamos a Liam y a Diana? - preguntó Eric mientras que Nate y Mel se nos acercaban.

- No hace falta, están demasiado ocupados - dijo... ¡DERRAMANDO UNA LÁGRIMA! Creo que no era la única que lo había entendido. ¿Esos dos... juntos?

- Es verdad. Deberíamos irnos - dije tras sacar el móvil y ver que eran las 22h30. Mi madre me dijo que no volviéramos tarde y además Hillary se quería ir.

- ¿Ya? - me preguntó Eric.

- Sí, le dijimos a mi madre que no volveríamos muy tarde.

- Antes, acompáñame a tirar estas botellas - añadió.

- ¿Os ayudamos? - preguntaron los demás.

- Si queréis sí, pero vosotros id a otra papelera - se pusieron a reír y yo me sonrojé.



Nos alejamos del grupito y fuimos a tirarlas.


- Tengo que irme, Hillary me espera.

- Os acompaño si quieres.

- No, gracias. Es mejor que estemos a solas, no la veo muy bien...

- Sí, de eso todos nos dimos cuenta - le sonreí y me fui - ¡Eh! ¿No me das un beso de despedida? Después de todo... me lo merezco.

- ¿Tú crees? - le miré con cara de inseguridad.

- Pues sí.

- En ese caso... - me acerqué a él y le di un beso en la mejilla. Fue muy delicado de manera que dejé una sensación de timidez en mis labios.

- ¿Sólo eso?

- Es lo que te mereces - dije alejándome y sacándole la lengua. Me sentía segura de lo que había hecho y no me iba a arrepentir. Cada beso y su momento.



De camino a casa preferí no abrir la boca y dejar que Hill me cuente lo que pasó cuando pueda, y así fue. Al prepararnos para dormir, me lo contó todo. Al parecer vio a Liam y Diana besándose. Seguro que lo estaba pasando muy mal aunque no debía... Yo no podía contarle lo que me ocurrió con Eric, no quería que se sintiera de alguna forma "marginada" si se le puede llamar así. Así que preferí quedarme junto a ella hasta que se duerma, entonces lo haría a mi turno, aunque no sé si llegó a dormir bien esa noche...

vendredi 26 mars 2010

Cap 13. Kate desprevenida

Punto de vista de Kate


Estaba allí, de pie, en frente suya... Aún no me creía que estábamos a solas ni que se lo iba a decir después de tanto tiempo.


- Tengo algo que confesarte - dije cambiando de tema bruscamente.

- ¿Sí? - no sabía aún cómo decírselo. Iba a ser la primera vez que me atrevería a sacarle el tema a un chico - ¿Qué pasa Kate? Me llamas la atención y ahora te quedas callada... ¿Hice algo mal?

- No, no, que va. No digas eso por Dios.

- Entonces...

- No hiciste nada mal. Sólo que robaste algo mío.

- ¿Qué? - dijo un poco extrañado. No me había hecho entender.

- Quiero que me escuches. Y no intentes interrumpirme, ¿me lo prometes?

- Sí, claro...

- Allá voy - le miré a los ojos, ese color miel me hipnotizaba. Quería decírselo a la cara aunque temía que mis nervios lo estropearan todo - Creo que te diste cuenta, pero quiero decírtelo de todos modos. No puedo seguir mintiéndome a mí misma ni fingir que no siento algo que está en mi interior y que forma parte de mí... - respiré hondo y... - Me gustas Bryan, incluso más que eso. Desde que me matriculé en este instituto y Hillary nos presentó sentí algo por ti... - lo había dicho... ¡Qué vergüenza!


- Kate...

- ¡Shh! - no le dejé seguir dando un paso adelante y poniendo mi dedo índice sobre su boca - Te pedí que no me interrumpieras - sus labios eran tan lindos que me vino la tentación de besarle, pero me controlé y quité mi dedo - ¡Ehem! - me aclaré la voz para poder seguir y di un paso atrás ya que estaba demasiado cerca de él - No te estoy pidiendo nada en este momento. No te lo estoy contando para que me pidas salir ni nada por el estilo, sino para que conozcas mis sentimientos aunque seguro que ya tenías una idea. No espero de ti una declaración ni un regalo para San Valentín. Te lo cuento por mí, más que por nadie. En este momento... no quiero que me des ningún tipo de respuesta... - él se quedó callado no sé si era porque estaba bajo el shock o porque creía que no había terminado y no quería interrumpirme - He terminado - dije al fin bajando la mirada.


- Kate...

- Yo ya me voy a casa. Es tarde.

- Kate...

- No. No quiero ni respuesta ni ningún tipo de comentario.

- No. No es eso. Sólo quería preguntarte si querías que te acompañase - me sorprendí... ¿Fue mi discurso el que dio ese efecto?

- Sí, claro, me encantaría - le sonreí con cara de enamorada - Voy a avisar a los demás.



Me iba alejando de él y sentía cómo me miraba... Mi corazón latía fuerte. Muy fuerte. Seguía nerviosa... El pensar que había estado tan cerca de él y de sus labios... ¡AY!


- Oye chicos, yo ya me voy - avisé a los que estaban allí, o sea, Mike, Noa, Emily y Matt.

- ¿Y Bryan? - se interesó en saber Matt.

- Me va a acompañar

- Oye ¿Ya lo hiciste? - me preguntó Noa.

- Sí, misión cumplida - le guiñé un ojo y me dirigí a donde me estaba esperando Bryan.


- ¿Ya? - dijo al tenerme en frente

- Sí.



Los temblores empezaban a recorrer mi cuerpo. No sabía si era por su presencia o simplemete por el frío. Él se dio cuenta y se quitó la chaqueta para ponérmela encima. Sólo era una chaqueta, pero para mí era aún más especial: era SU chaqueta. ¿Qué chica no le gustaría que el chico de sus sueños le diera su chaqueta? Se lo agradecí y seguimos con nuestro camino, en silencio... Era fantástico poder estar con él, pero a la vez triste ya que tenía la impresión de que mis palabras le quitaron las ganas de hablar y que me acompañaba por pena. Suspiré sin darme cuenta y eso llamó su atención.


- ¿Sigues teniendo frío?

- No, gracias a ti - me sonrió de esa forma encantadora que me volvía loca, loquita por él.



Llegamos a la puerta de mi casa.


- ¿Tienes las llaves?

- Sí. Las cogí por si a caso llegaba tarde. Hice bien - eché una risita.


Metí la mano en el bolso, saqué la llave que correspondía a la cerradura y abrí la puerta despacio intentando hacer el menor ruido posible. Antes de poder darme la vuelta para despedirme, me cogió de la cintura, me acercó hacia él y me susurró unas cuantas palabras.


- Ya sé que no quieres comentarios, pero deberías escucharlo. Estoy... intentando asumir lo que me dijiste... comportarme de la forma más adecuada posible, pero... - cerré los ojos fuerte: ¡NO QUIERO OÍRLO!¡NO QUIERO OÍRLO!, pensé - a mí también me daría corte declararme, y me sentiría incómodo con esa persona - me di la vuelta mientras decía..

- No me siento incóm - se me acercó aún más hasta que nuestros labios se rozaron. Era un beso repentino e inseguro cosa que le daba un toque de magia, dulzura, romanticismo, ilusión...

- A mí tampoco me gusta que me interrumpan - dijo al separarse de mí.


¡Ese chico me quería volver loca! Aunque creo que ya lo estaba por él. Me sonrió y esta vez me dio un beso en la mejilla cosa que interpreté como despedida porque segundos después ya no estaba allí, delante mía.

Sólo seguía en mi corazón.

lundi 22 mars 2010

Cap 12. 5. Un viernes lleno de acontecimientos: ¿debería llamarlo traición?


Al acabar de comer Nathan acompañó a Lindsay a casa mientras que los demás nos dirigimos al parque.


- Hillary, nos vemos en el parque. Tenemos una conversación pendiente, ¿recuerdas? - me dijo antes de irse.


- Sí.



Empezamos a andar en grupo hasta que llegamos a una fuente donde Emily quería hacerse una foto con Matt. Después nos la hicimos todos juntos con caras de tontos. Al llegar al parque, le pedí a Melissa que no me dejara sola por miedo a que se me acercara... Liam.


- No te preocupes - me aseguró.


Nos quedamos sentadas en el césped bebiendo cocacola y viendo lo que pasaba a nuestro alrededor... Emily y Matt tonteando... Alicia hablando con Hugo ¿?... Mike, Eric y Liam sentados en un banco en compañía de Diana y Noa... y... ¡WAW!


- ¡Mel! Mira , mira, mira - dije sacudiéndole el brazo.


- ¿Qué? ¿Qué? ¿Qué? - se puso a mirar hacia todos lados como una desesperada - Vaya... Se atrevió - Kate estaba con Bryan y se le notaba nerviosa, con ganas de terminar cuanto antes. Me podía imaginar más o menos la reacción de Bryan. Sólo deseaba que no hiciera o dijera alguna tontería...



Nathan llegó más tarde al parque con unas cuantas bebidas.



- ¡Olééé!¡Cerveza! - Mike y Liam se lanzaron encima suya para cogerlas. Nathan se las dio y se acercó hacia nosotras.


- ¿Vosotras no queréis? - dijo supuestamente a las dos aunque estaba más bien mirando a Melissa. Yo no respondí y me levanté.


- Creo que voy a ver que hay a parte de cerveza - me dirigí hacia el grupo, pero ya no estaban ni Eric, ni Diana, ni Liam... Mike y Noa se habían quedado solos. Me di media vuelta para no estorbar y vi a Nathan sentado en mi sitio y hablando con Mel... Tampoco les iba a molestar a ellos. Anduve un poco sola y me encontré con Hugo medio perdido - ¿Y Alicia?


- Con Eric - respondió


- Ah... Entonces quedamos sólo tú y yo. Vayamos a dar una vuelta que me duele el culo de tanto sentarme - echó una carcajada y empezamos a andar - ¿Cómo te diste cuenta de lo que sentía Alicia por Eric? - le pregunté curiosa


- Qué quieres que te diga... Alicia no es discreta para nada. Sus miradas lo decían y dicen todo.


- Ya, tienes razón - cambié de tema para que no se sintiera incómodo y seguimos hablando de otras cosas (estudios, chicas, deporte, etc) - ¡JODER! - Hugo me cogió del brazo y me llevó bajo un árbol.


- Hill, ¿estás bien?


- ¿Has visto eso o eran alucinaciones mías? - dije aún en estado de shock.


- Quisiera decirte que sólo eran alucionaciones, pero... Lo siento Hill.


- Liam... ¡¿con Diana?! - Hugo me abrazó de manera que le agarré de la chaqueta de cuero que llevaba.



Esa imagen se me quedó gravada hasta ahora, que aún no consigo sacármela de la cabeza. Sabía que no debía importarme porque yo CREÍA que quería que me dejase en paz, que cada uno siguiera con su camino, con su vida, no debía de importarme porque no estábamos juntos; pero se notaba que esos dos lo estaban bastante para llegar a besarse de forma tan apasionada. Supongo que me puse mal porque aún no lo había superado, porque aún quedaba algo de ese amor, porque todavía no podía admitir que lo necesitaba a mi lado. Y pensar que poco antes le pedía a Melissa que se quedara conmigo para que Liam no se me acercara.


- ¡¡Fui una tonta!! ¿Por qué siento como si me hubieran clavado un puñal en la espalda? ¿Por qué lo siento como una traición?

- Shh... Vamos...- yo seguía entre sus brazos, intentando borrar de mi mente lo que vi hace unos segundos, mientras que él me acariciaba el pelo para que me calme - Lo único que conseguirás así es ponerte aún peor. Ese cab... no sabe lo que está perdiendo. Ya verás... se arrepentirá - yo me aparté un poco y Hugo me secó las lágrimas que iban recorriendo mis mejillas - Vamonos de aqui - yo asentí.



A la vuelta había dejado de llorar. Mike y Noa ya no estaban solos, sino también estaban Eric y Alicia, que a mi parecer se les veía muy... ¿juntitos?, y Emily y Matthew con las manos entrelazadas, pero... faltaban cuatro personas. Nos dirigimos al grupo.


- ¡Hola!


- Hola, ¿y los demás? - preguntó Hugo ya que yo apenas podía respirar como para hablar.


- Kate tenía que volver a casa así que Bryan la acompañó - respondió Emily.


- ¿Y.. y... Melissa y Nate? - pregunté tartamudeando. Hugo me cogió de la mano y me la apretó un poquito. Le miré e intenté sonreirle.


- Allí los tienes - señaló Mike. Nos dimos la vuelta Hugo y yo. Seguían hablando y parecía que Nathan tenía la misma cara que cuando le dejé en el recreo...


- No creo que deberían... - dije. Lindsay no quería que su novio sea amigo de su ex (Mel) ni siquiera que tuvieran esa relación de saludo ya que temía que vuelva a enamorarse de ella - ¡Melissa! - ambos me miraron - ¿Nos vamos?


- ¿No esperamos a Liam y a Diana? - preguntó Eric mientras que Nate y Mel se nos acercaban.


- No hace falta, están demasiado ocupados - dije derramando una inocente lágrima. Entonces me miraron con cara de asombro. Lo habían entendido.


- Es verdad. Deberíamos irnos - dijo Alicia tras sacar el móvil y ver que eran las 22h30.


- ¿Ya? - le dijo Eric con cara de pena.


- Sí, le dijimos a mi madre que no volveríamos muy tarde.


- Antes, acompáñame a tirar estas botellas - dijo Eric.


- ¿Os ayudamos?


- Si queréis sí, pero vosotros id a otra papelera - nos pusimos a reír. Estaba claro que Eric no se había convertido de repente en un fanático de la ecología y que sólo era una excusa para estar a solas con Alicia.



Cuando Eric y Alicia volvieron nos despedimos y cada uno se dirigió a su casa. Durante el camino no me preguntó qué había visto exactamente... Sabía que más valía un silencio compartido que palabras sin sentido.

Al llegar a casa necesitaba desahogarme y se lo conté todo a Alicia mientras que ya estábamos metidas en la cama y escuchando la canción de María José ME EQUIVOQUÉ. Puede que no fuera la canción más adecuada para esa situación, pero me gustaban su letra.


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Espero que os haya gustado el capítulo :)
¡Besos!

samedi 20 mars 2010

Cap 12. 4. Un viernes lleno de acontecimientos: la llamada

Cogí a Bryan del brazo y lo arrastré hasta el sevicio de chicas:


- Ehh ¿Por qué me has metido aquí?

- ¿Prefieres estar aquí dentro o ver a Chloe besándose con otro? - bajó la mirada y no añadió palabra.



Chloe era una de 3º de ESO. Conocida por sus numerosos ligues y por sus hermanas mayores que eran igual que ella. Cortó con más de uno después de que se enamorasen de ella. Desgraciadamente Bryan iba a ser su próxima "víctima". Él no se daba cuenta de qué tipo de chica era y seguía intentándolo con ella... Me asomé para ver si seguían allí y tuve la mala suerte de coincidir con la aparición de Chloe en el servicio. Mi miró primero a mí, después a Bryan y se le quedó mirando, pero mi primo era demasiado presumido para dejarse llevar.


- Hola Chloe - le saludé yo indiferente - ¿Vamos Bryan?

- Sí, claro cariño- me cogió de la mano y salimos de allí entre sus miradas.

- Lo hiciste adrede eh.. - dije yo dándole codazos, él me miró y se puso a reír - Oye... si no lo consigues con ella podrías intentarlo con...

- ¿Con Kate?

- Sí

- Vamos Hill, ya hablamos de eso. No la veo como novia para mí.

- ¿En cambio Chloe sí?

- No sé. Me parece más sencillo con Chloe.

- Claro, porque liarse con ella es más sencillo - me miró con mala cara - No hace falta que lo digas me callo - rodeó mis hombros con su brazo y entramos a clase.



La tarde se me pasó muy rápido hasta las 18h. Mi móvil empezó a sonar, pero tardé en cogerlo y se me quedó en plan llamada perdida.


- ¿Quién era? - me preguntó Alicia.

- No lo sé. No tengo el número registrado. Oye voy a coger el secador del cuarto de baño de abajo. Si suena el móvil responde.

- Vale. Yo iré a lavarme la cara en el servicio de a lado.



El móvil empezó a sonar cuando ya se echaba agua a la cara por segunda vez. Cogió la toalla y se secó mientras se dirigía hacia el teléfono. Se dejó caer en la cama antes de responder a la llamada... Coincidió con mi entrada en la habitación.


- ¿Diga?... No, soy Alicia. ¿Con quién hablo?... Ahh, hola... - dijo lo último un poco nerviosa.

- ¿Quién es? - le pregunté yo aunque por sus nervios me lo podía imaginar.

- Es Eric... Sí sí,estoy, estaba hablando con Hill, ¿quieres que te la pase?... Sí, claro, estaría guay.

- ¿Qué es lo que estaría guay? - pregunté de nuevo interesada.

- ¿A qué hora?... Vale, entonces allí nos vemos. Hasta luego... - colgó el móvil y suspiró.

- ¿Piensas contarme por qué llamó?

- Van a ir unos cuantos al Mc Donald's para comer y más tarde al parque. Quería que nos apuntemos y acepté.

- ¡Ay Alicia! De veras que aún me duele la cabeza. No tengo ganas de salir...

- ¡Por fa!¡Por fa!¡Por fiiiiiii! - dijo con pucheros y los ojos del gato de Shrek.

- Vaaale... Después de todo sólo es una salida... ¿Qué podría pasar de malo? - al final acabé arrepintiéndome de lo que dije. Alicia me abrazó fuerte y fue a ducharse. De mientras llamé a las chicas para asegurarme de que vayan también hasta que me duché a mi turno.



Al verme salir Alicia de la ducha se dio dos vueltas y me preguntó:


- ¿Qué te parece?- llevaba puesto un vestido simple y corto (de los que tenían cinturón) y unos pitillos negros.

- Me encanta. Simple y moderno. Buena elección.

- ¿Y tú? ¿Qué te vas a poner? - aún llevaba puesta la toalla.

- No tengo ni idea.

- Espera - sacó unos shorts de su armario - ¿éste?

- ¿Quieres que me muera de frío? Me pondré mi pantalón morado que me viene un poco ajustado, una camisa y una chaqueta del mismo color.

- Vale. ¿Las chicas van?

- Sí. Pasarán a las seis menos diez por aquí para que vayamos juntas.

- ¡Genial! - me parecía muy entusiasmada...



Ambas terminamos de prepararnos y bajamos al cuarto de estudio. Encendimos el ordenador y nos quedamos por facebook hasta que escuchamos el timbre. Debían ser ellas.


- Mamá, Hill y yo vamos al McDo con unos amigos.

- Vale, pero no volváis tarde... - Alicia le dio un beso a su madre y salimos - ¡Coged los abrigos que hace frío!

- ¡Vale!



Abrimos la puerta y las saludamos. Iban las cuatro muy coquetas... Tomamos el camino entre los cotilleos de Kate, las aventurillas de Emily, la desesperación de Melissa, la filosofía de Noa, los amores de Alicia y mi silencio...


- Chicas, creo que le voy a decir a Bryan lo que siento - nos anunció Kate - no me miréis con esa cara que dais miedo - nos pusimos a reír y las cinco nos arrimamos a ella.

- Que valentía... Sólo si yo me atreviera... - dijo Alicia con un tono triste.

- Cada una y su día Alicia - dijo Noa - Yo también tengo que confesaros algo - estuvimos atentas a lo que iba a decir - pues... ¿recordáis cuando os dije que ya me olvidé de Mike?

- Sí...

- Pues eso no era olvidar, sino una transformación de gustar a amar - Noa se sonrojó - Que suerte de mierda tengo, ¡joder!

- No digas eso. Pordrías tener posibilidades con él - le dijo Emily.

- Tiene razón - afirmó Mel. Mientras tanto yo me quedaba en silencio y eso se hizo notar.

- ¿Y tú Hill? ¿No tienes nada que contar? - preguntó Mel

- No...

- ¿Seguro?

- Que sí tía...

- No conozco ninguna chica más discreta que tú - le sonreí y miré hacia delante.

- Reconozco que últimamente no me siento bien y todas conocéis el por qué - dije yo

- ¿Por qué? - Noa le dio un codazo a Kate para que se callara - Era broma...

- Bueno, es mejor dejar que el tiempo lo arregle todo - fue lo último que dijo Melissa ya que habíamos llegado.



Vimos a los chicos de lejos. Estaban Mike, Eric, Hugo, Bryan, Nate y su novia, Diana, Matt y Liam. Nos acercamos y les saludamos. Algunas de nosotras estaban nerviosas como Alicia y Kate, otras incómodas como Noa y Melissa, una feliz... Emily y una... discreta.

mercredi 17 mars 2010

Cap 12. 3. Un viernes lleno de acontecimientos: una salida ''voluntaria''

- ¿Te has cabreado? - pregunté

- No, no es eso - respondió disgustado.

- ¿Entonces?

- Ya tengo una idea de lo que me quieres decir.

- ¿Ah si?

- Sí. Está con alguien, ¿no? - me parecía tan inocente que no pude retener la risa - ¡No te rías!

- ¿Por qué siempre entiendes las cosas al revés? - dije entre risas - No es eso tontorrón.

- Pues explícate.

- ¿Recuerdas cuando me contaste lo que pasó entre vosotros y por qué cortasteis?

- Sí...

- Pues habló conmigo Noa y me dijo que Mel se arrepiente de lo que pasó.

- ¡Anda! Déjate de bromas Hillary.

- Hablo en serio - le miré de forma segura.

- Pues es demasiado tarde. Estoy con Lindsay.

- Lo sé, pero lo está pasando muy mal.

- ¡¿Ah si?! ¿Y por qué cuando cortó conmigo y yo no dejaba de pedirle explicaciones me dejó abandonado? ¿Por qué? ¿Por qué debo ser yo el bueno ahora?

- Vamos...

- No.

- O sea que ¿todo lo que me dijiste sobre que te gustaría volver con ella era mentira? Se nota que te quieres vengar.

- No, no es eso; sólo quiero que sienta lo que yo sentí - la campana del recreo nos interrumpió - ¡Maldita campana!

- Eso es vengarse Nate - me puse de pie y le dije - Vamos... ya seguiremos con el tema más tarde.

- Sí - ahora era él a quien se le notaba la seriedad.

- Espera, te ayudo a meter las sillas - cogí una de sus brazos y entré a clase - ¿Dónde la dejo? - se me acercó Liam y la cogió.

- Es mía. Se la había dado a Nate - así llamábamos la mayoría a Nathan. Le sonreí casi sin ganas y se la di.

- Yo me voy. ¿Vamos juntos John?

- Sí - replicó.

- Adiós chicos - dije dirigiéndome a Mike y Nathan, que estaban a lado de la pizarra hablando, y a Liam (por respeto).

- Hasta luego guapa - respondieron los dos primeros.



Liam no dijo nada ni intentó retenerme. Buena señal para mí aunque echaba de menos que se fijara en mí. John me acompañó a clase para abrirla. Menos mal que aún no estaban allí los demás. Que cuando llegaba tarde armaban una... tremenda. Guardé la llave en mi bolsillo, abrí las ventanas para que se airee el aula y me senté en mi sitio junto a la ventana con unas vistas estupendas al paseo marítimo. Puede que el instituto fuera pequeño, pero su ubicación era perfecta. Mis compañeros iban entrando a clase...



- ¡Cuenta!¡Cuenta!¡Cuenta! - dijo Noa lanzándose sobre mí. Empecé a contarle lo que le dije y él a mí - Éso no es bueno... - dijo con tono de preocupación.

- Ya terminaremos la conversación.

- Mmmm... Vale. Gracias por intentarlo. Ahora tendrá todo el fin de semana para pensar en ello.

- No hay de que - se fue a reunirse con Mel y supongo que le contó lo que sucedió.



Durante la siguiente clase, que era la de Lengua, estuve al 100% distaída dejándome llevar por la infinidad del mar. La profesora no me llamó la atención, gracias a Dios. No quería que me echaran por segunda vez, pero estaría bien una salida "voluntaria" como decía Eric. Levanté la mano para pedir permiso para ir a la enfermaría y tomarme algo. Me dolía un poco la cabeza. La profesora me dejó salir ya que sólo estábamos repasando lo que dimos la clase anterior. Salí de clase y noté que alguien me seguía. Era Bryan. Al parecer la profe le pidió que me acompañara.



Llamamos a la puerta de la enfermería, pero nadie abría.


- No hay nadie - dije yo.

- No importa. Decías que te dolía la cabeza, ¿no? - asentí - Entonces vayamos a la conserjería, a ver si allí tienen algo que te pueda aliviar el dolor, y de paso tomamos un poco de aire - Bryan se comportaba como un hermano y yo lo consideraba como tal. Uno se metía con el otro, pero nunca nos peleábamos, aunque a veces yo me hacía la ofendida sólo para llamar su atención.



Cuando llegamos a la consergería pedimos algo para el dolor de cabeza y me dieron no sé cual pastilla. A la vuelta vimos algo que debió de sentarle mal... muy mal a Bryan. Yo creía que eran alucinaciones mías por la fiebre, pero esos dos se estaban besando de verdad.

samedi 13 mars 2010

Cap 12. 2. Un viernes lleno de acontecimientos: en el pasillo

Después de una larga charla con el profe, me quedaron sólo 15 minutos de recreo. Salí del aula y me dirigí al patio.


- ¿Qué te ha dicho? - me preguntaron Alicia y Emily.

- Nada en concreto... Sólo que era raro que no atienda y eso, y que no me deje llevar, que 4º es un curso importante y todo ese rollo...

- ¿Y tú que le dijiste?

- ¿De veras queréis hablar de eso?

- Vale...

- ¿Habéis visto a Nathan? - les pregunté mientras miraba a los alrededores por si le veía.

- No - respondió Em.

- Yo sí - replicó Alicia - le vi con Eric hace un rato. Estaba en el pasillo de su clase.

- ¿Y tú qué hacías allí?

- ¿De veras preguntas? - replicó intentando imitarme.

- Vale, gracias... - le sonreí - Si veis a Noa decidle que estoy en ello. Ella entenderá.

- Se lo diremos.



Las deje en medio del patio y fui a su búsqueda. Ese pasillo lo conquistaban los de 1º Bach y algunas parejas. Al llegar me encontré con Nathalie y Diana (dos chicas de 1º Bach) y les pregunté dónde estaba Nathan:



- Está en clase con James, Mike, John y... ¿quién más Diana? - dijo Nathalie.

- Y Liam - al oír ese nombre casi se me quitan las ganas de entrar, pero no debía darle importancia e ir.

- Es verdad, aún no me acostumbro a su vuelta - dijo Nathalie riéndose como siempre.
- No eres la única - dije suspirando. La manera en que lo dije llamó la atención de las chicas y ambas me sonrieron pícaramente.

- Seguro que lo encontrarás allí. Acabamos de salir nosotras.

- Vale. Gracias chicas. Adiós.

- Adiós.



Me dirigí a clase. Desde la ventana que había al lado de la puerta los vi allí a los cuatro bien agusto riéndose... Por cierto, no os dije quien eran Mike y John. Mike estudiaba también en 1º Bach y era del grupo de James y Liam. En una época habíamos llegado a ser mejores amigos, inseparables, pero con el tiempo nuestra amistad se deshizo. En cambio, John era uno de mi clase aunque tenía muy buena relación con los de 1º Bach y era el mejor amigo de Bryan.



Bueno, lo que decía, que me asomé por la ventana y vi a los cuatro sentados sobre unas mesas. Me paré junto a la puerta aunque no se dieron cuenta de mi presencia, menos Liam que estaba en frente. Los demás estaban sentados de forma que me daban la espalda. Nos quedamos un momento mirándonos fijamente hasta que se dieron cuenta los chicos que Liam ya no atendía a la conversación y que estaba mirando hacia la puerta. Presentí que los chicos se iban a dar la vuelta y tuve el reflejo de irme. Supongo que preguntaron a Liam quién era porque en pocos segundos alguien me siguió...



- Hillary - me di la vuelta.

- Hola - era Nathan, menos mal - justamente la persona con quien quería hablar.

- ¿Ah si? - puso cara de sorpresa - Creía que querías hablar con..

- Sé lo que creías o, mejor dicho, lo que creíais - le interrumpí.

- Entonces, dime, qué pasa - me cogió de la mano y me llevó de nuevo al pasillo - Espérame aquí. Voy a traer dos sillas de la clase.

- Vale - entró a clase donde los chicos seguían en sus sitios. Nathan les dijo algo, aunque no escuché bien lo que era, y salió con una silla en cada brazo.

- Hubiera traído sólo una para que te sentaras encima mía, pero recordé qué tipo de chica eras - puso una de las sillas al lado mía.

- ¡Eeeh! Eso me ha dolido. Me decepcionas Nathan - me senté y él también en frente mía.

- Que era broma mujer - dijo cogiéndome de las manos - entonces, ¿qué pasa? - era un contacto dulce, pero a la vez una mano amiga.

- No creo que te guste el tema.

- Tú sólo prueba y deja que yo juzgue.

- Bueno... Antes de nada, ¿quieres a Lindsay?

- ¿Qué pregunta es ésa?

- Si dices que sí dejaré de hablar, pero si dices que no...

- ¿Qué tal si no digo nada y tú me cuentas lo que pasa?

- Pff... Vale - respiré hondo y dije - Es sobre Melissa - de repente sentí como me soltó de las manos y metió las suyas en los bolsillos del pantalón.

mardi 9 mars 2010

Cap 12. 1. Un viernes lleno de acontecimientos: echada de clase

Era la temporada perfecta para unas vacaciones. No tenía por qué aguantar un día más huyendo de Liam... "Puede que si sigo ignorándole me dejará en paz" eso pensaba...



Al día siguiente de nuestro reencuentro me dijeron las chicas que les preguntó donde estaba yo. Desde entonces me escondía de él para que no llegáramos a tener otra conversación incómoda (por lo menos para mí).



- Los teoremas como el de pitágoras o el de ...

- Pss, Hillary - me di media vuelta y vi a Noa tirándome un papelito.

- ¿Qué es? - pregunté en voz baja.

- Léelo - eso creí entender. Matthew que se sentaba detrás de mí me dio el papelito que recogió del suelo.

- Gracias Matt.

- Señorita Hillary - me llamó la atención el profesor - ¿puede repetir lo que acabo de decir?

- eeee...

- No tiene ni idea.. Haga el favor de atender la próxima vez.

- Perdón.



Abrí el papelito y lo leí:

"La novia de Nathan no vino hoy a clase así que en el recreo habla con él. Es nuestra oportunidad... Sobre todo la de Melissa. Dentro de dos semanas es San Valentín y no quiero que lo pase mal. Además, si hablais desde ahora, él tendrá tiempo de pensarlo hasta entonces. Un beso. Noa".

Me di la vuelta de nuevo y asentí con la cabeza.



- Hillary - miré hacia delante... Era el profe que estaba exactamente en frente de mí - salga a tomar un poco el aire. Y espéreme fuera cuando toque el timbre - Se notaba que ese día estaba de malhumor. Nunca echaba a nadie tan rápido. Y menos a mí.



Me levanté de mi sitio y salí. Escuché algunos susurros como "¡Qué suerte tienes!" o "¡Diviértete!" . Se notaba que se aburrían... como siempre. En realida me alegré de que me echara... Era la primera vez que me pasaba, pero bueno. Necesitaba algún tipo de cambio y quería estar un momento sola. Me quedé de pie pensando otra vez en Liam... Esa semana no dejé de huir. No por miedo a que me saque el tema, sino simplemente por miedo a que le perdone rápidamente. Lo que me hizo fue insoportable, cruel, inadmisible, doloroso... Haberse despedido, por lo menos. Pasé todo el verano después de 2º de ESO intentando superarlo. Y él viene de nuevo e intenta hablarme como si nada hubiera pasado. Sabía que algún día tendría que enfrentarme a él y decirle el daño que me causó... Pero aún no estaba preparada para ello.



Desgraciadamente mi alegría de estar sola duró poco.


- Te han echao eeh - giré la cabeza hacia mi derecha. Era Eric con su acento andalúz.

- Como veo no soy la única.

- No. Yo salí voluntariamente.

- ¿Y cómo es eso?

- Se supone que estoy en el servicio.

- Ahh.. Pues está al fondo. No hace falta que te acompañe. Eres mayorcito.

- Tú si que no tienes corazón - me miró con cara de pena y me senté en el suelo.

- A veces pienso que eso arreglaría todo - suspiré. Se acercó y se sentó a mi lado.

- Lo dudo. Puede que no estudie biología, pero no creo que sea posible vivir sin
corazón. Solamente si vienes de otro planeta.

- ¡Muy gracioso Eric!

- Sabes...

- ¿Qué?

- Soy tratado como el típico chico "gracioso" o, incluso, "payaso".

- Eso no es cierto.

- Sí, lo es. Mírame.

- Te miro.

- Ninguna chica está interesada en mí. Ésa es la prueba. A las chicas os gustan los chicos "misteriosos".

- ¡Eh!, no nos incluyas a todas. Y tú qué sabes si no le interesas a nadie.

- ¿Tú sabes algo?

- Tampoco he dicho eso - me hubiera gustado decirle: "¡¿Eres tonto o te lo haces?! ¡Que Alicia está por ti!" pero no podía.

- Ves.

- ¿Qué veo? - se me escapó una leve risita.

- Nada, nada - suspiró bajando la cabeza.

- ¡Ay! - le di una palmadita en la espalda - De veras Eric que los chicos como tú no deberíais preocuparos por eso...

- ¿Eso crees?

- Sí. Pero deberías preocuparte de volver a clase antes de que el profesor se crea que te has muerto camino al servicio.

- Tienes razón - se rió y se levantó de su sitio - Entonces te dejo. No me eches mucho de menos.

- Lo intentaré - me reí de forma burlona.



Me hizo señal con la mano y se fue. Me quedé sola y no podía evitar volver a pensar en lo que pasó esos últimos días... Lo de Matt, lo de Hugo, lo de Liam... Se notaba que faltaba poco para San Valentín y yo aún tenía que hablar con Nathan.
¡¿Qué le iba a decir?!

lundi 8 mars 2010

Cap 11. 2. Furiosa

Subí directamente al cuarto de dormir seguida por Alicia. Cerró la puerta tras suya y se acercó hacia mí.


- Hill, yo no creía..

- ¡¿No creías el qué?! ¡Que iba a descubrir que había vuelto o que iba descubrir que estudiaba en el mismo instituto que nosotros! No puedo creer que no me lo hayas contado...

- Esperaba el buen momento.

- ¿Desde cuando lo esperabas?

- Me lo dijo Eric hace una semana.

- ¡Tiempo suficiente para contármelo!

- Cálmate.

- ¡No puedo! Está aquí Alicia, está aquí... ¿Por qué no me lo dijiste? ¡¿Por qué?! - me senté de golpe en la cama y sin darme cuenta las lágrimas aparecieron gota tras gota....

- ¡Por esto! Sabía que te ibas a poner mal - se sentó y me abrazó - no quería que sólo pensaras en el momento en el que lo volverías a ver y que pensaras en todo lo que pasó.

- Ya es tarde. Ya lo vi y él a mí..

- Sí. Lo sé... Os vi.

- Me pilló el muy.. Haber pasado de mí. ¿Sabes lo que me dijo?

- ¿Qué?

- Que me estaba buscando en el recreo... ¡para que le vea! - mis sentimientos en ese momento me llevaban a recuerdos antiguos... a buenos recuerdos que un día me prometí olvidar.

- ¡Chicas, bajad a comer! - nos llamó la madre de Alicia desde el piso de abajo.

- ¡Ya vamos mamá! - le respondió - Deja de llorar Hill. Ve al servicio a lavarte la cara. Es mejor que no te vean así. Yo te espero aquí para que bajemos juntas.


Me levanté y fui al servicio de la planta. Me miré en el espejo... Vaya pinta tenía. El lápiz de ojos había sobresalido, mis ojos estaban rojos, mis mejillas encendidas...


Salí del baño y me choqué contra Kevin.


- Hillary, ten cuidado.

- Perdona.

- No pasa nada - intenté pasar sin añadir palabra pero me cogió del brazo ¿por qué tenían la maldita manía de querer detenerme? - No te veo bien...

- Hace un rato me dijeron lo contrario - me dije a mi misma pensando en Liam.

- ¿Qué?

- No, nada.

- Si quieres hablar... - tocó delicadamente mi barbilla y me levantó la cabeza - aquí me tienes - Era tan bueno como de alto. Comparada con él era una de los siete enanitos.

- Gracias Kevin, pero estoy bien - le sonreí.

- Vamos. Vete a comer - dijo dejándome pasar - ¡Hill!

- ¿Sí?

- Alégrame esa cara, ¿vale? - le sonreí de nuevo y me fui.


Al entrar al dormitorio de Alicia vi a ésta tumbada en la cama con el ordenador encima suya.


- ¿Vamos? - le dije con un tono suave y leve. El agua me había servido, además para lavarme la cara, para calmarme.

- Vale - se levantó, me sonrió y me dió un beso en la mejilla.


Después de comer nos conectamos un rato e hicimos los ejercicios.


No quería que llegase la noche porque eso significaba dormir y durmiendo el día siguiente llega más rápido...

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Gracias por los comentarios!!!

vendredi 5 mars 2010

Cap 11. El reencuentro

- Vamos Hillary. Hoy será mi hermano quien nos recoja.

- Ve tú primero Alicia. Yo ahora te sigo. Tengo que hacer una cosa.

- Vale. No tardes.


Pasé por medio de los chicos en busca suya.


- ¡Matthew!

- ¿Aún no te has ido?

- Qué grosero. ¿Me estás echando?

- No, que va.

- ¿Y Emily?

- Ya se fue. No quería que la acompañase a casa. Al parecer su hermano mayor está aquí y aún no le ha contado lo nuestro. Y además deja de preguntarme lo mismo todo el rato.

- ¡Vale!

- ¿Querías decirme algo? A lo mejor no podías irte sin contarme lo que te pasaba

- No es eso tonto. Sólo quería agradecerte, de nuevo, lo que has hecho. Te has comportado como el amigo "perfecto"

- No exageres - se rió

- Y tú no te emociones - ambos reímos.

- Oye, alguien se está acercando hacia nosotros. ¿Es nuevo ese chico? Nunca le había visto - me quedé quieta en mi sitio y no me di la vuelta. Deseaba que no fuera Liam...

- Me voy.

- Espera Hill, no me has dicho lo que te pasaba. - dijo intentando retenerme.

- ¡Ya hablaremos! Adiós - dije antes de empezar a casi correr...

- Adiós...

- ¡Hill! - lo ignoré y seguí con mi camino... Sólo quería que se cumpliera mi último deseo - Hillary... ¡Hillary, espera! - me cogió del brazo y me di la vuelta. Estaba aún más guapo que antes. Su camisa negra dibujaba sus músculos. Se notaba que hacía deporte. Su pelo seguía teniendo el mismo color castaño de siempre... Sus ojos... ¿qué decir de sus ojos? El color marrón se convirtió en miel. No sabía si era efecto de los rayos del sol o simplemente por volver a verle.

- Liam... - dije con un tono triste, pero me animé - ¡qué sorpresa! - intenté comportarme lo más normal posible. Lo que más temía era que al volver a verle renazca lo que un día sentí por él.

- Hola - me sonrió mostrando su dientes perfectos bien alineados y blancos.

- Has vuelto.

- Sí, he vuelto. Te estuve buscando durante el recreo, pero no te encontré. Me dijo James que hablasteis y que te propuso que me esperaras, pero le respondiste que ya me veras así que aquí estoy. Para que me veas. - se rió. Lo hacía aposta. Sabía que lo que menos quería era verle - Te veo muy bien.

- Gracias, muchas cosas cambiaron desde tu partida.

- Sí... Hablando de eso...

- Me tengo que ir. Alicia me está esperando - le interrumpí. No quería que diga algo del estilo: "Tenemos que hablar" o bien "Te he echado de menos".

- Sí, claro. Ya hablaremos mañana.

- Adiós Liam - me di media vuelta. Sentía como me observaba... Mi corazón latía a 100... ¡¡¡¿Por qué yo?!!!


Subí al coche. Saludé a Kevin (el hermano de Alicia) y me quedé callada.


- ¿Estás bien Hillary? - me preguntó Alicia.

- Fenomenal, mejor que nunca - dije irónicamente - ¿Tú qué crees?

- Lo siento...

mardi 2 mars 2010

Cap 10. No quiero verle...

Me senté junto a la puerta del aula de informática esperando que sonara la campana, que pasen las clases rápido y que no tenga que ver a Liam a la salida.


- Así que aquí estabas - alcé la cabeza para ver quien era.


- Hola Matthew. ¿Y Emily?


- Está con las chicas - se acercó y se sentó a mi lado - No estamos obligados a estar todo el rato juntos eeh.


- Vale... Yo no he dicho nada - bajé la cabeza de nuevo y me quedé callada.


- ¿Qué te pasa Hill? y no acepto un 'nada' como respuesta. Nunca te vi tan... mal. Siempre estás sonriendo, animando la cosa, echando bromas... Esa es la Hillary que yo conozco. Cuando nos encontraste a Em y a mí en la puerta me fijé en tu tono de voz, en esa sonrisa forzada y sobre todo en tus ojos. Espero que no estabas llorando...


- No, que va.


- Sabes que puedes contárme lo que quieras... - nos quedamos un momento en silencio.


- Matthew.


- Dime.


- ¿Nunca te arrepentiste de haberte enamorado de alguien? - me sonrió. Supongo que
pensaba: "Por fin habla"


- No... Pero tampoco es que me sienta orgulloso de todos mis ligues. Sólo que no me arrepiento. De cada relación he aprendido a conocer más las chicas y vuestros gustos.


- Por eso eres tan bueno


- Puede... - dijo en plan chulito. Yo le di un golpe en el brazo para que bajara de la nubes - Ay! Te iba a contar una cosa pero ya no - le puse una cara de cachorito irresistible para que me lo contara - Vaaale, pero será nuestro secreto, ¡¡eeh!!


- Descuida - dije mirándole fijamente a los ojos...


- En mi antiguo instituto era un alumno más. Puede que un poco popular, pero eso no cambiaba nada. Seguía llevándome bien con todos... Bueno, siempre hay excepciones. Un sábado teníamos fútbol los chicos y me fijé en una chica. Se llamaba Mary. Era muy guapa y también muy lista. Con el tiempo nos hicimos 'amigos' y salía a menudo con mi grupo de amigos. Durante una de esas salidas la besé de forma desprevenida... y... y le pedi que sea mi novia.


- ¿Qué pasó después?


- Aceptó y empezamos a salir, pero me enteré de que sólo me estaba utilizando.


- ¿Cómo?


- Pues que me enteré que ella estaba colada por uno de mis amigos y cuando le pedi explicaciones me dijo que eso era antes de conocerme y eso... La crei como un tonto. Después de una semana, fuimos a una fiesta y en ella la sorprendi liandose con ese chico que supuestamente ya no queria.


- ¡Joder!


- Lo que te quiero decir es que lo he superado y aquí me ves.


- ¿Volverías a hablarle o saludarle?


- No lo sé. Pero me daria igual. Ahora estoy con Emily y me gusta.


- Gracias.


- ¿Por?


- Por la historia ^^ - le sonreí.


- Que conste que aún no sé qué te pasa - me reí. Tocó la campana y me puse de pie.


- Ooh, que pena... el recreo se acabó - dije irónicamente.


- Qué mala eres... - nos pusimos a réir y le ayudé a levantarse.


Fuimos a clase juntos y me senté en mi sitio. Se acercó a mi oreja y me dijo: "Algún día u otro me lo contarás". Asentí con la cabeza mientras que los demás me 'comían' con los ojos.


Pasaban los minutos y las clases con ellos... Mi deseo de que tocara la campana del recreo se cumplió, el de que pasaran las clases también, sólo me faltaba el último:
No ver a Liam a la salida

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Holaa queridas lectoraas!

La historia va a empezar a complicarse con la vuelta de Liam. Las cosas ya no seran solo amor y deseos cumplidos, sino tambien engaños, secretos y corazones rotos...

Espero que comenteis para que nos animeis para seguir con la historia...

Graciaas y disfrutaad!!