samedi 31 juillet 2010

Cap 26. Necesito un tiempo que no tengo


Al volver a casa ya eran las 20h. El tiempo se me había pasado rapidísimo.


- ¡Ya estoy en casa!

- Hola cielo - me respondió mi madre desde el salón de estar - ¿Dónde estabas?

- En casa de Alicia, ya te lo dije antes.

- ¿Desde antes?

- No exactamente, ¿por qué?

- Porque llamó a casa hace una hora preguntando por ti.

- ¡Ah! ¿Y qué quería?

- Sólo me dijo que cuando estés de vuelta a casa la llames.

- Vale - cogí el teléfono de casa - La llamaré desde mi cuarto.

- Vale, pero no tardes que tenemos que ir al aeropuerto - me dijo mientras yo subía en las escaleras.

- Ni siquiera vino papá. Además, os podéis ir sin mí. Yo la esperaré en casa - contesté antes de cerrar la puerta de mi habitación.


Me senté en mi cama antes de marcar el número de casa de Alicia.


- ¿Diga? - reconocí su voz inmediatamente.

- Hola Kevin, me puedes pasar Alicia. Soy Hillary - aclaré.

- Sí, claro. Espera un momento... ¡ALICIAA, ES HILLARY! - escuché de lejos - ¿Hillary?

- ¿Sí? - contesté.

- Ya viene.

- Vale, gracias.

- Oye, hoy llega Anne, ¿no?

- Sí señor. Dentro de un rato irán mis padre al aeropuerto.

- Cuando llegue dile que le mando recuerdos y que espero verla pronto.

- Considéralo hecho - nos pusimos a reír hasta que nos interrumpió una vocecita.

- Anda, deja de molestar a mi amiga - era Alicia.

- ¿Y si no quiero?

- Más vale que quieras o si no te esperará una bien gorda de mi parte - yo sólo me puse a reír. Era típico de esos dos - Hola Hill.

- ¡Hola!

- Espero que mi hermano no te haya dicho muchas tonterías.

- ¡Eh!¿Se puede saber de qué hermano hablas? - decía Kevin.

- ¡De ninguno! Ahora pírate - me puse a reír.

- No, qué va.

- Bueno... Menos mal que me llamaste.

- Ya bueno, tú se lo dijiste a mi madre.

- Sí, pero sólo era para recordarte que me dijiste que me ibas a llamar para contarme lo que pasó.

- ¡¿Serás chismosa?!

- No... Sólo una buena amiga que se preocupa por ti...

- Ya veo..

- Bueno, ¿me vas a contar sí o no?

- ¿Sabes? No tengo ganas de hablar de eso. Acabo de volver a casa.

- ¿Y eso cómo es posible?

- Pasé la tarde con Mike.

- ¡¿Cómo?!

- Como lo escuchaste. Después de salir de tu casa, le llamé y quedamos en el Mc Do.

- Qué bien tía.

- Sí, me hizo pensar en tantas cosas...

- Me alegra saber de que no estuviste sola.

- Y a mí - me reí - Y bueno, ¿vosotros qué hicisteis toda la santa tarde?

- Nada en especial, sólo planeamos la fiesta.

- Ah bueno...

- Hill, una pregunta.

- Sí, dime.

- ¿El humor que llevabas antes estaría por casualidad relacionado con Matthew?

- ¿Y tú cómo sabes eso?

- Ah, entonces es cierto...

- Aún no me respondiste.

- Sólo que tu queridísima amiga tiene muy buen ojo - me quedé un momento en silencio - Cuando les dije que no te podías quedar reaccionó de forma rara y cuando Emily dijo que era por su culpa, él se lo negó sin dudar ni un poquitín. Y el resto de la tarde como que estaba un poquito distraido. ¿Se puede saber qué pasó entre vosotros? - suspiré con todas las ganas del mundo y emoecé a contarle todo lo que había pasado la noche anterior - ¡Joder!¡Qué fuerte Hill!

- ¿Ahora me entiendes?

- Sí tía. Al 100%. Aunque... por una parte hubiera sido mejor quedarte con nosotros. Puede que así las cosas se hubieran calmado un poquito y él se hubiera dado cuenta de lo que intentabas hacer: reconciliarte.

- Lo dudo, hubiera sido super incómodo para ambos y además yo no quiero más problemas con Emily. Todo pasa por alguna razón. Puede que deba alejarme definitivamente de él...

4 horas más tarde (con Anne)

- ¡¡¿ALEJARTE DE ÉL?!! Vaya tontería - me dijo mi hermana después de contarle tooodo lo que había pasado y darle mi conlusión - Si de veras lo consideras un buen amigo, deberías hablar con él, y da igual lo que piensen los demás. Lo importante es que tú lo hagas por ti.

- No lo sé... Por el momento me voy a dar tiempo.

- Pues no tienes mucho, porque mañana es la fiesta ésa, ¿no?

dimanche 18 juillet 2010

Cap 25. 2. Los columpios




- Por cierto, aún no me contaste qué es lo que te pasó - recordó Mike.

- Olvida, sólo era una excusa para que vinieras - "mentira"

- ¿Ah sí? Entonces me piro - se puso de pie con la intención de irse, pero yo lo agarré de la camisa de rayas que llevaba puesta.

- ¡Vamos! No seas malo y siéntate.

- ¿Me lo vas a contar sí o no? Que a mí no me engañas diciéndome que sólo era una excusa.

- Hmmm

- ¿Hill? - se empeñó.

- Que sí, que vale, que sí, ... - volvió a su sitio con cara de victoria - No te pongas así, eeh.

- ¿Y ahora qué he hecho?

- ¿Quieres que te cuente sí o no?

- Sí

- Entonces calla - asintió con la cabeza - ¿Tú ya te enteraste del rumor que se extendió por todo el insti sobre Matt y yo?

- Sí, bueno, de algo me contaron.

- Pues creímos que lo creo Liam, pero ayer vino a mi casa con la intención de explicarme lo que pasó y aclararme que fue Diana la que provocó tanto escándalo por nada.

- ¿Y qué pasó?

- Bueno, que Matt vino también a mi casa y al ver a Liam allí se puso de los nervios... Me dijo que cómo podía olvidarme de lo que me habia hecho y de lo que nos habia hecho y no aceptó el hecho de que me creyera que no habia sido él quien propagó el rumor y todo eso.

- Vaya situación..

- Sí. Yo no tenía previsto que él viniera, porque le había dicho que dejáramos de ser amigos porque no quería problemas.

- En ese caso seguro que fue a tu casa para aclarar las cosas.

- El problema es que ambos vinieron para aclarar las cosas y al fin no me reconcilié con ninguno... ¡¡No sé qué hacer!!

- ¿¿Intentaste hablar con Matt??

- Después de eso fui a su casa, pero no encontré a nadie.

- Hoy debías haberle llamado a él en vez de a mí, de esta forma hubierais podido hablar.

- Qué va, está en casa de Alicia para preparar la fiesta de mañana. Yo no me podía quedar.

- ¿Por qué?

- Porque no podría soportar su mirada de traición, y menos en presencia de su novia.

- ¡Ah! Entonces estaba también ella.

- Ella, Kate, Bryan, Eric y Alicia, por supuesto.

- O sea la parejitas.. Ya veo..

- Ah, y también Noa y Melissa. Que me encontré con ellas a la salida - no añadió palabra. Sólo se calló - ¿Qué pasa?

- Sabes que no soy tonto, ¿no?

- ¿Por qué dices de repente eso?

- Porque sé lo que le pasa a Noa conmigo. Ya me di cuenta de lo que siente.

- ¡¡Menos mal!! Ahora podrías hacer algo al respecto.

- Lo dudo - puse cara de asombro - Lo que tú no sabes Hill, es que hace una semana mi relación con Elissa acabó.

- ¡¡¡¿QUÉÉÉÉÉ?!!! - Elissa era una chica de otra ciudad, con la cual Mike había empezado a salir hacía más de 1 año, aunque estos dos se separaban cada dos por tres y volvían de nuevo.

- No creo que pueda empezar a salir ya. Yo la sigo queriendo, pero ella dice que la cosa terminó y parece ser definitivo.

- ¡¡Joder!! Yo no sabía nada de esto.

En ese momento supe que no era la única que tenía problemas y lo peor fue al darme cuenta que estuve todo el rato pensando sólo en mí.

¡¡¡¿Qué tipo de mejor amiga soy?!!!

Lo siento Mike...

mardi 6 juillet 2010

Cap 25. Un abrazo que me hizo olvidar...



No sabía qué camino escoger: el de casa o cualquier otro. Al final escogí el de Mc Donald's. No me imaginaba sentada allí sola, así que decidí llamar a alguien e invitarle.


- ¿Diga? - contestó.

- ¿Mike?

- Sí, ¿quién es?

- ¡Vaya! ¿Ya te has olvidado de mi voz? – hubo un momento de silencio como si estuviera intentando recordar mi voz – ¡¡Que soy yo tonto!! ¡¡Hillary!!

- ¡Ah! Haberlo dicho desde el principio.

- Tienes la memoria hecha una mier**

- ¿Y quién lo dice? La que siempre se acuerda de saludar a su supuesto querido amigo.

- Pues te llamo para recuperar el tiempo perdido, "querido".

- Ah ¿sí?¿Qué te ha pasado que de repente me quieres de vuelta?

- Te lo contaré si te vienes al Mc Do. Así que no seas quejica y vente..

- No sé si voy a poder

- ¿¿Hablas en serio?? Siempre me decías que estarás a mi lado siempre que te necesite, y ¿¿ahora dices que no puedes??

- Vale, vale, que ya lo pillo. Allá voy.

- ¡Perfecto!

- Nos vemos en el de siempre, ¿no?

- Sí.

- Vale, entonces te veo allí dentro de 10 minutos, ¿ok?

- Por mí genial.

- Bien, pues hasta pronto.

- ¡Hasta ahora! – colgué el teléfono móvil bien satisfecha.


Al querer seguir con el camino, me di cuenta de que ya casi había llegado. Después de todo, no estaba tan lejos.

Entré y pedí un helado antes de buscarme un sitio tranquilo. Mientras lo degustaba con toda la tranquilidad del mundo, pensaba en el día siguiente, en lo que debía hacer con Liam y Matt, si perdonar a Emily por desconfiar en mí o seguir ingnorándola...


- ¡Holaaa! - me hizo señal con la mano desde la entrada. Que alegría, ya había llegado Mike.

- Hola - me puse de pie para saludarle y volví a mi asiento - siéntate. Fuiste muy rápido, eeh.

- Ya, bueno, es que no estaba muy lejos de aquí.

- ¿Con amigos?

- Sí.

- Ups, lo siento.

- No, no lo sientes.

- Me has pillado - me puse a reír.

- Tú no cambias, ¡eeh!

- Bueno, ellos te tuvieron cuatro meses sólo para ellos. No tienen derecho de quejarse ahora.

- Ya veo. ¿Tú no querías contarme algo?

- Sí bueno, pero antes de amargarme el día a mí misma pasémoslo bien, ¿vale?

- Pero Hill...

- ¡Anda! Vamos a tomar el aire.

- Si acabo de llegar..

- ¡¡Por fii!!¡¡Por mí!! - le puse unos ojitos de niñita que no se podía resistir.

- Tan malo es lo que pasó que no me lo quieres contar ahora - ese tono serio no me gustaba así que hice como si no lo había escuchado.

- ¡¡¡Anda!!!

- Deja que pida al menos un helado, ¿vale?

- Vaaaale...

- ¿Quieres?

- No, gracias. Ya tengo uno.

- Entonces espérame aquí. No tardo.

- ¡Sí! - con Mike actuaba de forma distinta. Lo consideraba como mi hermano mayor y no me preocupaba que vea mi faceta más niñata.

- Ya estoy, ¿a dónde quieres ir?

- ¿Contigo? Hasta el fin del mundo - le sonreí de forma traviesa.

- ¡Anda ya! - se puso a reír con ganas - ¡¡Camiiina!! - me encantaba cómo me trataba... De forma natural.


Estuvimos hablando un buen rato sólo de tonterías y al final nos quedamos jugando a los columpios como críos.

- ¡Vamos a jugar!

- ¡¿Hablas en serio?!

- ¡¡Sí!! - lo arrastré hasta los columpios hasta que nos cansamos y nos sentamos - Oye.. Gracias por haber pasado el día conmigo - dije mirando la arena que cubría el suelo de ese parque de niños.

- Sabes, me sorprendí mucho al saber que eras tú quien me llamó.

- Ah ¿sí?

- Sí.

- ¿Por qué?

- Es que tu y yo casi no hablamos desde noviembre. Lo único que nos decíamos al cruzarmos era hola-adiós. Desapareciste sin explicación.. - en realidad sí había una explicación - .. y ya no dabas señales de vida. Si no era por verte por coincidencia en el instituto, nada sabía de ti. Entonces pensé que puede que te habías hartado de estar conmigo todo el rato o que había hecho algo malo... No sé...

- Pero regresé. Es lo que importa ¿no?

- Sí, aunque.. - No dudé en darle un abrazo y sentir esa calidez de la cual me había alejado hacía cuatro meses.

- Te he echado de menos y mucho más de lo que te imaginas, ¿sabes?

- Entonces, ¿por qué me evitabas?

- Eso ya no tiene importancia... - Yo seguía abrazada a él y él de repente me respondió con la misma fuerza o aún más como si temiera que me fuera de nuevo.

- Yo también te he echado de menos hermanita.


Él no sabía por qué motivo había dejado de hablarle como antes, pero yo lo conocía perfectamente. Él aún no se daba cuenta del pequeño error que había cometido, pero ya no me importaba...