lundi 31 mai 2010

Cap 22. Otro que no debería estar aquí

- Liam. ¿Qué.. qué haces aquí?

- Quería hablar contigo. Espero que no estés ocupada.

- De hecho, sólo estaba viendo la tele.

- ¿Puedo pasar? - dejé el rencor que sentía hacia él a parte y abrí la puerta por completo dejándole el camino libre.

- Sí, claro, pasa. - se dirigió al pequeño salón de la entrada donde estaba la tele que seguía encendida - Siéntate - añadí señalando mi cómodo sofá.

- Gracias... Éste sitio me recuerda muchos momentos... ¡Cuánto lo extrañé!

- Sí... Hmmm, ¿quieres beber algo?¿Zumo tal vez?

- Sí, estaría bien, gracias - fui y volví de la cocina en menos de un minuto, entonces me senté en el sillón que había a lado para evitar cualquier tipo de acercamiento o contacto - ¿Por qué te sientas allí? No muerdo.

- Por si las moscas - le sonreí con toda la naturaleza del mundo para que no sospechara nada y él me devolvió la sonrisa.

- ¡Anda! Ven. O si no, no podré contarte por qué he venido - "pervertido" pensé.
Me puse de pie y me senté en el otro extremo del sofá.

- Aquí me tienes, así que cuenta.

- Antes de nada, quisiera preguntarte si te molesta que vaya a la fiesta de Melissa.

- ¿Por qué me iba a molestar? - "¡Claro que me molestaba!"

- No sé.. Desde que he venido hay cierta tensión entre nosotros y no me gusta. Hubieron tantos momentos desagradables que... No sé... Cuando me fui...

- No me lo recuerdes.

- El beso con Diana... El rumor con Matthew...

- Serás capu***, ¡te dije que no me lo recordaras! - alcé la voz como si quisiera pelea..

- Vale, lo siento. No te enfades, por favor.

- La gente dice bien al decir que los chicos van de flor en flor y las chicas de capullo en capullo.

- ¿Cómo que de capullo en capullo?¿Has estado con alguien más?

- Primero, nunco llegamos a salir tú y yo para que digas si he estado con alguien MÁS y, segundo, no tengo por qué responderte.

- No me refería a mí al decir lo de alguien más.

- Entonces, ¿de quién hablabas?

- De Matthew.

- ¿¿Matthew y yo?? Estás de broma, ¿no?

- Pues no - "Pero qué dice este tío" - Hill, me fijo en como te mira y no es una mirada de simple amigo. Además él no es el único, también está James aunque por mucho que le pregunto si pasó algo entre vosotros dos durante mi ausencia me dice que no y, sinceramente, no me lo creo.

- Por una parte, te estás confundiendo con lo de Matthew. Sólo somos amigos, bueno, lo éramos. Nunca pasó nada porque desde que vino a nuestro instituto Emily estaba interesada en él. Y lo de James.. Qué quieres que te diga.. No te miente cuando te dice que no pasó nada entre nosotros. Se supone que es tu mejor amigo, debería confiar en él más a menudo.

- No lo sé...

- No me digas que estás celoso.

- Sólo quiero arreglar las cosas, quiero que volvamos a ser lo de antes y estar de nuevo bien.


Antes del segundo jugo de frutas que íbamos a tomar, me atreví a hacerle la pregunta que me carcomía por dentro.


- Quiero preguntarte una cosa...

- Lo que quieras.

- Tú y Diana... ¿estáis saliendo? - hubo un momento de silencio muy incómodo, aunque no sé para quien de los dos lo fue más. Yo ya conocía la respuesta, pero sólo quería que él me lo afirmara y lo reconozca.

- Pues...

Ting Tong ...


- Perdón, voy a ver quién es... - me dirigí a la puerta y la abrí. Era Matthew. "Otro que no debería estar aquí" me dije a mí misma.

- Hola Hill.

- Hola Matt, pasa - ¿POR QUÉ LE DIJE QUE PASARA? Se me había olvidado por completo la presencia de Liam - ¡¡Espera Matt!! - ya era tarde.

- ¿Pero tú qué haces aquí tío? - dijo Matthew sorprendido.

- Vaya saludo - replicó Liam

mardi 25 mai 2010

Cap 21. ¡Que deje de sonar!



- ¿Qué es eso de la fiesta? - pregunté nada más al reunirnos con el grupo.

- ¿A que es buena idea? La tuve yo - dijo Alicia

- Deja de presumir - las demás nos pusimos a réir mientras que ella se hacía la ofendida - ¿Y?¿Dónde pensáis celebrarla? - añadí.

- Yo les propuse la casa de mis abuelos que está junto a la playa. Como no la usan mucho no creo que les moleste que la usemos - dijo Mell.

- Además queremos que sea una de ésas con antifaces - dijo Noa

- Me gusta la idea. Pero ¿y las invitaciones?¿y las bebidas?¿y la música?

- Calma Hill. Que mientras tú estabas charlando con Chloe nosotras lo pensamos más o menos todos - aclaró Kate

- ¿Estabas con Chloe? - se sorprendieron las demás.

- Es una larga historia. Luego os cuento.


El timbre nos interrumpió y volvimos a clase.


Las chicas empezaron a invitar gente ni más ni menos que en los cambios de clase y a todos parecía interesarles.


- Allí nos veremos entonces.

- Sí, hasta luego preciosas.

- ¡Chao! ¡¡Y no te olvides de tu careta!!

- Claro que no - se dio media vuelta y siguió con su camino.

- ¡¡Melissa!!¡¡Noa!!¡Acabais de invitar a James!

- Hmm, sí Hill. No olvides que es de la clase.

- Sí, pero ya sabéis... presencia de james sinónimo de presencia de John, Nate,
Mike, ...

- Eso quiero - me interrumpió Noa.

- Liam incluido - acabé mi frase.

- Si ya lo sabemos. Fuimos nosotras quienes se lo dijimos primero - añadió Noa.

- No pensabas que sólo íbamos invitar a los de la clase.. Ésta tiene que ser una fiesta de las grandes - dijo Melissa entusiasmada.

- Pero ya sabéis que ellos beben... y no hablo de fanta o cocacola..

- Ya, por eso le dijimos que trajera con él las bebidas que le apetezca o parezca necesarias - concluyó Noa.

- Pues vaya..


Esa misma tarde las chicas tenían planeado ir al centro comercial para comprar los regalos y de paso para conseguir algo de decorado para la casa de los abuelos de Mell, aunque ya se pensaba pasar parte de la fiesta en la playa.

Ya que era un viernes no tenía ejercicios que hacer ni muchos exámenes así que me dediqué a probar la comodidad del sofá mientras veía la tele.


- Trrr, Trrr, Trrr - me levanté de mi sitio casi sin ganas para descolgar el teléfono.

- ¿Diga?

- ¿Hill?

- Sí mamá

- ¿Estás en casa?

- Si he respondido se supone que sí - ¡ay, las madres!

- Ah pues vale, sólo quería asegurarme de que la casa no estaba vacía. Puede que tardemos más de lo previsto en casa de tu tía. Oye, si quieres vente. Que aquí están tus primos preguntando por ti.

- Mamá, ¿¿no pretendes que pase la tarde de un viernes con niños de 6 años y con unos adultos un poco... aburridos?? Sin ofender.

- Haz lo que quieras, pero cierra la puerta con llave que últimamente secuestran a muchas niñas.

- Niñas, no jóvenes de mi edad.

- Tú sólo haz lo que yo te diga.

- ¡¡Que sí!! Adiós.

- Adiós.


Colgué el teléfono con ganas y cuando apenas encontré mi antigua posición cómoda el teléfono volvió a sonar y esta vez si que respondí de mala leche.


- ¿Qué quieres mamá?

- Hmmm, creo que he llamado en un mal momento..

- ¿Eric?

- El mismo

- Ay, perdona, creía que era mi madre

- Ya... Ya me di cuenta

- Bueno, ¿a qué se debe el honor de que llames?

- ¿No es posible llamar a una buena amiga sin motivo alguno?

- Hmmm, conociéndote... no creo.

- Hahahahaha

- Ves

- Vale, vale, pero sólo necesito un pequeño favor, sin importancia...

- A ver, dime.

- ¿Podrías preguntarle a Alicia qué le gustaría que le dé como regalo?

- ¿Hablas en serio?

- ¡Sí!

- Un anillo, una pulsera, un collar, un perfumen, no sé tío. En eso deberías buscarte la vida. No soy yo su novio, sino tú, y se supone que debes comprarle algo que venga de ti, ¿no crees?

- Sabría que me dirías algo parecido, pero bueno, no perdía nada intentándolo.

- Sí sí.

- Bueno, gracias de todos modos.

- Para algo están los amigos.

- Adiós, cuídate.

- ¡Adiós Romeo!


Volví de nuevo a acomodarme en mi sitio, pero desgraciadamente el destino no quería que me relajé ese viernes. Así como digo, sonó, pero no el teléfono de casa, sino que ahora era el timbre de la puerta.


- ¡¿Quién es?! - abrí la puerta y me quedé medioparalizada.
- Hola Julieta...

dimanche 16 mai 2010

Cap 20. Chloe y sus confesiones

El domingo iba a ser San Valentín, el día que todos los enamorados esperan y el que todos los solteros evitan. Yo, igual que Mell y Noa, formaba parte del segundo grupo. NO ME GUSTABA ESE DÍA ya que al final siempre seguía sola. En cambio, las otras tres estaban en las nubes cuando pensaban qué regalar a su chico.


- ¡Ay! De veras que no sé qué comprarle - repetía una y otra vez Alicia.

- Yo tampoco sé y ¡ya es viernes! - decía Kate.


Dos días antes Bryan se había animado a hablarle del famoso beso y al parecer habían quedado en conocerse mejor para saber si de veras formarían una buena pareja.


- No quiero que esté conmigo sólo por pena - dijo Kate el mismo recreo de ese viernes.

- ¿Y quién te dice que lo hace por pena? - le pregunté yo.

- No lo sé...

- Bueno, cambio de tercio - la interrumpió Alicia - ¿Qué le compro a Eric?

- ¡De veras Alicia! Tú siempre con lo mismo. ¿Aún no te has decidido? - dijo Mell

- Es que no es tan fácil como te crees.

- Pues cómprale alguna pulserita de cuero - le aconsejó Noa

- Sí, buena idea - dije.

- Oye, ¿por qué no vamos más tarde todas juntas de compras y allí me ayudáis a escoger? - propuso Alicia

- Estaría bien - dijo Mell

- ¡Estaría genial! - dijo Kate

- Entonces vamos - concluyó

- Perdón chicas, pero conmigo no contéis - dije yo.

- ¿Por qué no? - me preguntaron

- ¿Irá Emily?

- Sabiendo que tiene novio, que aún no le compró nada y que también es amiga nuestra... Supongo que sí - me respondió Kate

- Entonces ya sabéis por qué.

- ¿No me digas que seguís con ese rollo? - quiso saber Mell.

- No te sorprendas. Yo no pienso ser amiga de alguien que desconfía de mí.

- Entonces, ¿para qué quieres dejar de ser amiga de Matt si ya no piensas seguir siendo amiga de Em?

- Para que se dé cuenta de que no soy una roba-novios, como dice esa guarra de Diana.

- Entonces deberías tomártelas con Diana, ¿no crees?

- Anda, cambiad de tema.

- Haznos caso Hill - dijo Noa

- Yo voy al servicio antes de que toque la campana.

- ¿Quieres que te acompañe? - me sugirió Kate

- No hace falta, gracias.


Quería dejar de hablar de ese tema, pero creo que no todas lo entendían. Al entrar al servicio me encontré con Chloe, llorando. El grifo estabA abierto y ella frente al espejo, cabeza abajo apoyándose en el lavabo. Al verme entrar se secó las lágrimas rápidamente pero seguía teniendo los ojos rojos e hinchados. No quería darle ningún corte estando en ese estado, no soportaría ser tan mala. Así que lo que hice fue acercarme, cerrar el grifo y preguntarle qué le pasaba aunque poco me importaba. Sin embargo aprendí que en esos momentos todo el mundo necesita algún tipo de apoyo.


- Chloe... ¿Qué te pasa?

- ¿Y a ti qué te importa?

- En realidad no me importa, pero no pierdo nada siendo un poco buena, hasta contigo - me miró con esos ojos que sí daban pena.

- Esta mañana mi novio me dejó - "no me sorprende chica con el carácter que tienes.." pensé - nos peleamos por teléfono y la conclusión fue que no quería estar conmigo y que lo nuestro había terminado, pero eso no fue lo que me puso de este estado - suspiró - Hace un momento Clara -(una de sus amigas-esclavas) - me dijo que Bryan estaba saliendo con Kate o algo parecido.

- ¿Bryan?

- Sí... - me miró con la esperanza de que le diga que no era verdad - ¿Por qué te sorprende? ¿Es mentira?

- No, no. No es que sea mentira o verdad lo que me sorprenda, aunque debo decirte que Clara no te informó del todo bien, sino que el hecho de que te importara...

- Creía que te habías dado cuenta.

- Bueno, es difícil darse cuenta si te besas con otro hasta en su presencia...

- Lo hacía solo para provocar celos y que me venga a pedir ser su novia.

- Pues no ha funcionado.

- Ya me di cuenta...

- Pero bueno, ya encontrarás alguien más como siempre.

- Yo no quiero a alguien más yo lo quiero a él... - nos interrumpió el sonido que hacía la puerta al abrirse.

- ¿Interrumpo? - era ni más ni menos Kate.

- No, no, claro que no - le respondí yo.

- Pues te estábamos esperando y como no aparecías las chicas me mandaron a buscarte.

- Yo me voy, adiós Hillary... Kate... - abrió la puerta pero antes de salir añadió - y por cierto gracias por escucharme.

- No hay de qué - le dije con una sonrisa que parecía amical antes de que cerrara la puerta. Miré a Kate y noté que para ella lo que acaba de escuchar y ver era muy pero que muy confuso - ¿Vamos Kate?

- Sí claro - dijo aún como que pensando.

- ¿Por qué me querían las chicas?

- Deja que nos reunamos con ellas para que te lo expliquen bien.

- ¿Explicarme el qué?

- Planeamos una fiesta para San Valentín.

- ¡¿¿Una fiesta??!

- ¡Sí...!



PD: ¡¡¡¡Siento el retrasoo!!!!

dimanche 2 mai 2010

Cap 19. Una decisión




Sentí de repente una presencia que me daba escalofríos. Alcé la cabeza, lo vi y con toda la frialdad del mundo le dije:


- ¿Qué quieres Liam? Ya sé, ¿joderme un poco más? Ya que no te parece que he sufrido lo bastante, ¿por qué no vas y le dices a Alicia que me lié también con Eric?

- Hillary, sé que cometí un montón de errores y que te hice un montón de daño, pero no soy tonto para estropearlo aún más. Así que créeme cuando te digo que yo no me fui quien propagó el rumor.

- ¡¿Cómo que no?! Si eras el único que estaba presente esta mañana cuando estaba con Matthew.

- En eso también te equivocas - ¿qué quería decir con eso? - Por favor Hill, escúchame y deja que te explique lo que en realidad pasó.

- Anda, explica, aunque dudo que lo que me digas ahora cambie lo que hiciste.

- Mira, esta mañana le dije a Diana que no había, ni hay, ni habrá nada entre ella y yo y, claro, se lo tomó requetemal. Me preguntó si era por ti y le dije que no quería seguir con el tema. La dejé plantada para poder hablar contigo y hablar de lo de ayer, pero como no te veía por la zona pregunté a las chicas dónde estabas y me dijeron que habías salido hacía un rato con Matthew. Así que fui a ru búsqueda.

- Eso no aclara como llegó a propagarse el rumor - lo interrumpí ya que no soportaba más sus explicaciones.

- Deja que termine. Cuando os vi abrazándoos, Dios sabrá por qué os estabais abrazando, yo también me creía solo, pero no era el caso. Diana me había seguido y al veros supuso que era una buena oportunidad para joderte y se lo contó todo a Emily.

- Pero tú dijiste que ibas a ver que opina Emily de..

- Es verdad que al principio tenía ganas de contárselo. No te voy a mentir. Pero no me atreví porque no quería perderte otra vez.

- Pero...

- ¡¡Abre los ojos Hill!! Fue todo una trampa. ¿No te das cuenta que Diana nos quiere separar?

- Sí, ¿y sabes qué? Lo ha conseguido. No quiero tener ningún tipo de relación contigo. Nunca, pero que nunca más volveremos a ser o a tener lo de antes - me fui de allí dejándolo en la incógnita, pero una bruja me cortó el paso.

- ¿Qué tal estás Hill? - me preguntó con su sonrisa de malicia.

- Déjame en paz Diana, ¿quieres?

- Pues no quiero, roba-novios.

- Pff ¿Y quién lo dice? La más santa de todas.

- ¡Oye! - me quería dar una bofetada pero una mano la interrumpió.

- ¡Ni te atrevas! Ya hiciste bastante por hoy, ¿no crees? - giré a mi izquierda y vi a Liam en compañía de James.

- Liam.. - lo miraba con cara de inocente sabiendo que en su interior era toda engaños y mentiras.

- Sería mejor que te vayas Diana, aquí nadie te quiere ver - la humilló James. Se dio la vuelta y se fue con Nathalie, su amiga del alma, aunque ella no era tan malvada - ¿Estás bien?

- Sí, gracias chicos - Liam no respondió a mi agradecimiento lo que hizo fue darse la vuelta.

- Lo siento, de veras... - añadió antes de irse. Ahora que lo recuerdo... Lo dijo con tanto misterio y con un tono de sinceridad que me dejó un poco mal por como lo había tratado. Después de todo me había enamorado de una buena persona aunque a veces se pasaba de la raya.


Tocó la campana y tuvimos que ir todos a clase. El resto de las clases pasaron de forma tranquila. Ni siquiera había el murmullo habitual. O bien estaban todos atentos y les interesaban las clases por milagro, o se enviaban cartitas o se pusieron a pensar, como era mi caso...
Ese mismo día Alicia volvió conmigo a casa y se quedó un rato. Nos quedamos hablando de lo que pasó y la conclusión fue pasar de los rumores. Por la tarde, me quedé viendo la tele un buen rato hasta que el móvil interrumpió mi super sesión de tele.


- ¿Diga?

- Hola Hill - le reconocí la voz.

- ¡Hola Matt!

- ¿Qué tal estás?

- Mucho mejor. Estaba viendo una peli de comedia, y me subió la moral.

- Me alegro.

- ¿Y tú qué tal? Me enteré de tu pequeña pelea con Emily.

- Sí, pero bueno, si no nos cree, es su cosa.

- Sabes, sería mejor que dejemos de hablar, de ser amigos, al menos en público.

- ¡¡¿Por qué?!!

- Porque no quiero que tu relación se estropee por mi culpa.

- Qué va. Qué dices.

- Mira, lo que aprendí estos últimos años de Emily es que odia tener rivales.

- ¿Y tú te consideras una rival para ella?

- Yo no, pero ella cree que sí.

- Menuda tontería Hillary - escuché el timbre de su casa y una voz más al fondo - Lo siento, tengo que dejarte. Eric y Hugo ya llegaron y vamos a dar una vuelta por allí. ¿Quieres venir?

- No, no hace falta. Además, no creo que me dejen salir a estas horas un lunes.

- Lo que quieras. Entonces te dejo guapa. ¡Cuidate! Un beso.

- Y otro para ti, chao.

- Adiós.


Colgué el teléfono y vi la hora. Eran las 20:30. Apagué la tele y subí a mi cuarto. Me detuve un momento junto a la ventana. La luna llena... me encantaba y más me encantaban mis amistades. Pensé en lo que le había dicho detenidamente: "Sería mejor que dejemos de ser amigos". Esa frase daba tantas vueltas en mi cabeza que al final me convencí de que era una buena idea...


PD: ¡¡Hasta el martes que viene!! ¡Un beso para mis lectoras preferidas!