
Al volver a casa ya eran las 20h. El tiempo se me había pasado rapidísimo.
- ¡Ya estoy en casa!
- Hola cielo - me respondió mi madre desde el salón de estar - ¿Dónde estabas?
- En casa de Alicia, ya te lo dije antes.
- ¿Desde antes?
- No exactamente, ¿por qué?
- Porque llamó a casa hace una hora preguntando por ti.
- ¡Ah! ¿Y qué quería?
- Sólo me dijo que cuando estés de vuelta a casa la llames.
- Vale - cogí el teléfono de casa - La llamaré desde mi cuarto.
- Vale, pero no tardes que tenemos que ir al aeropuerto - me dijo mientras yo subía en las escaleras.
- Ni siquiera vino papá. Además, os podéis ir sin mí. Yo la esperaré en casa - contesté antes de cerrar la puerta de mi habitación.
Me senté en mi cama antes de marcar el número de casa de Alicia.
- ¿Diga? - reconocí su voz inmediatamente.
- Hola Kevin, me puedes pasar Alicia. Soy Hillary - aclaré.
- Sí, claro. Espera un momento... ¡ALICIAA, ES HILLARY! - escuché de lejos - ¿Hillary?
- ¿Sí? - contesté.
- Ya viene.
- Vale, gracias.
- Oye, hoy llega Anne, ¿no?
- Sí señor. Dentro de un rato irán mis padre al aeropuerto.
- Cuando llegue dile que le mando recuerdos y que espero verla pronto.
- Considéralo hecho - nos pusimos a reír hasta que nos interrumpió una vocecita.
- Anda, deja de molestar a mi amiga - era Alicia.
- ¿Y si no quiero?
- Más vale que quieras o si no te esperará una bien gorda de mi parte - yo sólo me puse a reír. Era típico de esos dos - Hola Hill.
- ¡Hola!
- Espero que mi hermano no te haya dicho muchas tonterías.
- ¡Eh!¿Se puede saber de qué hermano hablas? - decía Kevin.
- ¡De ninguno! Ahora pírate - me puse a reír.
- No, qué va.
- Bueno... Menos mal que me llamaste.
- Ya bueno, tú se lo dijiste a mi madre.
- Sí, pero sólo era para recordarte que me dijiste que me ibas a llamar para contarme lo que pasó.
- ¡¿Serás chismosa?!
- No... Sólo una buena amiga que se preocupa por ti...
- Ya veo..
- Bueno, ¿me vas a contar sí o no?
- ¿Sabes? No tengo ganas de hablar de eso. Acabo de volver a casa.
- ¿Y eso cómo es posible?
- Pasé la tarde con Mike.
- ¡¿Cómo?!
- Como lo escuchaste. Después de salir de tu casa, le llamé y quedamos en el Mc Do.
- Qué bien tía.
- Sí, me hizo pensar en tantas cosas...
- Me alegra saber de que no estuviste sola.
- Y a mí - me reí - Y bueno, ¿vosotros qué hicisteis toda la santa tarde?
- Nada en especial, sólo planeamos la fiesta.
- Ah bueno...
- Hill, una pregunta.
- Sí, dime.
- ¿El humor que llevabas antes estaría por casualidad relacionado con Matthew?
- ¿Y tú cómo sabes eso?
- Ah, entonces es cierto...
- Aún no me respondiste.
- Sólo que tu queridísima amiga tiene muy buen ojo - me quedé un momento en silencio - Cuando les dije que no te podías quedar reaccionó de forma rara y cuando Emily dijo que era por su culpa, él se lo negó sin dudar ni un poquitín. Y el resto de la tarde como que estaba un poquito distraido. ¿Se puede saber qué pasó entre vosotros? - suspiré con todas las ganas del mundo y emoecé a contarle todo lo que había pasado la noche anterior - ¡Joder!¡Qué fuerte Hill!
- ¿Ahora me entiendes?
- Sí tía. Al 100%. Aunque... por una parte hubiera sido mejor quedarte con nosotros. Puede que así las cosas se hubieran calmado un poquito y él se hubiera dado cuenta de lo que intentabas hacer: reconciliarte.
- Lo dudo, hubiera sido super incómodo para ambos y además yo no quiero más problemas con Emily. Todo pasa por alguna razón. Puede que deba alejarme definitivamente de él...
4 horas más tarde (con Anne)
- ¡¡¿ALEJARTE DE ÉL?!! Vaya tontería - me dijo mi hermana después de contarle tooodo lo que había pasado y darle mi conlusión - Si de veras lo consideras un buen amigo, deberías hablar con él, y da igual lo que piensen los demás. Lo importante es que tú lo hagas por ti.
- No lo sé... Por el momento me voy a dar tiempo.
- Pues no tienes mucho, porque mañana es la fiesta ésa, ¿no?